viernes, 26 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul 23 y 24 de Febrero de 2010

Quien duerme…otorga.

Pasamos el día esperando respuestas, todo el mundo acariciaba el acuerdo y como ocurre siempre cuando algo se convierte en deseo, toda ilusión se rompe. Los responsables…los de siempre.

Nos ponen la miel en los labios, pero sin decirnos que dentro, va incluido el avispero. Al menos nos queda el consuelo de poder gritar a los cuatro vientos que los trabajadores estamos siendo injustamente tratados. La situación me ahoga y apenas puedo tragar el pedazo de pan que llevo en las manos. Sin mirar, lo lanzo a uno de los jardines de la plaza pensando que algún gorrión despierto será el beneficiario de mi escueto almuerzo.

Le doy vueltas a la plaza, miro la estatua de D. Juan Ramón y me fijo que el agua de su humilde alberca ha subido de nivel. Toda esa agua, yo la he visto caer, porque es la misma que resbaló por sus mejillas. Por momentos pienso que él es el culpable del mal tiempo, no por maldad, sino porque quiere hacer ver a todos que con el agua no se juega. Pero en los tiempos que corren, no hay mayor ciego que aquel que no quiere ver.

Sigo dando vueltas a la plaza, vuelvo al jardín donde arrojé mi pedazo de pan, en un rápido golpe de vista lo localizo, y ¿sabes Platero cuál fue mi sorpresa al observarlo? ¡Dos diminutos ratones se lo estaban zampando!

Con sus manos señoriales colocadas en la parte superior, sujetaban cada uno por un lado del mendrugo, dejándolo así, inmóvil. Era tal la habilidad demostrada por los roedores, que me quedé observando aquel inusual espectáculo. Yo creí que aquel tierno pan acabaría en el pico de algún gorrión, pero estos sólo se oían piar allá entre las tejas.

Comieron hasta la saciedad pasando inadvertidos a los ojos de todos los viandantes, sólo hubo uno, que pudo ver como en aquel cuidado jardín había dos almas más rápidas y astutas que todos los gorriones del cielo. ¿Sabes por qué lo ví, Platero? Porque aquel era mi pan.

Como muestra el maestro en su relato “Gorriones”, estas no son las aves que yo pensaba…

¡Benditos pájaros sin fiesta fija!...Viajan sin dinero y sin maletas; mudan de casa cuando se les antoja; presumen un arroyo, presienten una fronda, y sólo tienen que abrir sus alas para conseguir la felicidad…

Por todo ello, he llegado a la siguiente conclusión: A partir de hoy, señores, cuando mi pan esté en juego, no juzgaré al gorrión porque más astuto y rastrero son los bigotes…del inadvertido ratón.

Duerme, gatito, duerme.

Hasta mañana.

Diario de una jaima azul 22 de Febrero de 2010

Tutelandia.

La partida de cartas ha comenzado, los jugadores se sientan a la mesa y comienza la subasta. El número que hay que apostar es muy importante, cada jugador debe saber hasta donde puede llegar. Todos quieren ganar y a nadie le gusta saborear el amargor de la derrota. Unos buscan al compañero de detrás para que le asesore, otros se arriesgan mostrando su instinto depredador. Todos parecen ser buenos jugadores.

El viento es ajeno a la partida, sopla sin parar buscando desarraigar a la jaima. En su interior, el público permanece expectante al resultado final. Todos desean que el juego sea justo y limpio.

Jugando al tute subastado matamos el tiempo, el tiempo nos va matando a nosotros, los jugadores reales de este juego no se dan cuenta de ese detalle, y la partida se vuelve a romper. Son 31 días y nadie parece arriesgar para ser el ganador, o al menos para que todos ganen.

No dan valor ni a los 31 días ni a los 31 trabajadores. Somos…una simple subasta.

Me detengo en la lectura del relato “Vendimia” y cito literalmente una frase de D. Juan Ramón:

“Este año, Platero, ¡que pocos burros han venido con uva! Es en balde que en los carteles digan con grandes letras: A SEIS REALES…”

Pues eso mismo está ocurriendo con nosotros. ¡Que poco importa, Platero, que llevemos 31 días concentrados en la puerta del Ayuntamiento!, ¡Que poco importa, Platero, que llevemos 20 años trabajando en el servicio!

Todo lo juegan en una partida de cartas, sin dar valor a los verdaderos naipes de la baraja. Ellos sólo quieren tener la última baza, la mejor. ¿Y quién sabe si no hay ases bajo las mangas?

Platero, yo prefiero jugar…a los chinos. Tiro las piedrecillas al aire y con mimo las intento recoger, sin que ninguna caiga al suelo. Tiendo mi mano y hago malabares para mantener todos los chinos entre mis dedos. Todos son importantes, quedarme con todos significa el triunfo. Todos mis movimientos los hago a la vista de los demás. Y si pierdo, al menos….me divierto.

Fue mi padre quien me enseñó este juego. Gracias padre, por mostrarme juegos donde la trampa no es la protagonista.

A los malos jugadores sólo les queda el amor, a los buenos, nos los quiere nadie. Ya no sé si estoy ganando ó estoy perdiendo, ni siquiera sé si estoy jugando. No sé quién tiene el as de oros, ni quien canta las cuarenta, no sé para quién serán las diez de últimas, ni siquiera si los jugadores están sentados a la mesa. ¡Oh, Platero que locura!, sólo quiero verte pasar junto a mí con las orzas llenas de oro líquido.

A los malos jugadores que empiezan una partida y no saben como acabarla…¿Os hace una a los chinos?

Hasta Mañana.

jueves, 25 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul 21 de Febrero de 2010

Hemos cumplido un mes.

Son treinta los días que llevamos concentrados frente a las puertas del Ayuntamiento de Moguer. Sabíamos que esta protesta requeriría de un fuerte esfuerzo, pero jamás pensábamos que para que la cordura entre en las cabezas de las personas, los más débiles deberían vivir en condiciones extremas. Pero desafortunadamente ha tenido que ser así. Hoy, sin ir más lejos, el viento hace volar a la jaima como si de un globo se tratara, hemos tenido que buscar piedras de gran peso para que no se derrumbara. Pero con una simple reformilla, ahí está, ¡indestructible!

Las vallas puestas por el Ayuntamiento, para supuestamente, pintar los bordillos del acerado de amarillo, esas, sí son las que se están cayendo al suelo. Nosotros por conciencia humana, las volvemos a poner en pie, haciendo el trabajo de otros.

Por un momento pienso en aquellos que por las circunstancias que se han dado están haciendo nuestro trabajo. ¿Cómo se sienten esos trabajadores que están donde otros deberían estar? No me apetece responder…conciencia humana. Ellos no sólo han levantado la valla, se han apoderado de ella.

Haciendo resumen del mes que hemos vivido (muy duro, por cierto), dejando a un lado las condiciones atmosféricas, esta experiencia nos está sirviendo para conocernos todos un poco más. Excepto algunos que miran hacia otro lado, fingiendo que no nos conocen. Pero el resto del pueblo sí que sabe que somos de aquí, porque ellos sí que nos conocen.

Recuerdo un perrito que fue atropellado por un vehículo de un vecino. El animal estaba condenado a la muerte. Nuestro compañero Juan lo recogió del firme adoquinado y con urgencia lo llevó al veterinario del pueblo, tras varias radiografías, el can (como diría nuestro amigo Leo) fue enyesado en una patita y puesto a salvo con un correcto tratamiento. Entre todos le pusimos nombre. “Vulgo” (por no tener raza y ser un perro vulgar). Si no estuviéramos concentrados frente al Ayuntamiento, probablemente aquel perro hubiese muerto poco después de ser atropellado, pero ahí estábamos. No nos importó que fuese un perro vulgar, que no perteneciera a ninguna raza de perro cotizada. Simplemente vimos en él, una vida.

En “Platero y yo”, me detengo en el relato de “La Tormenta”, para los días en los que transcurrimos, quizás sea el título perfecto. Hemos pasado jornadas de grandes tormentas. Truenos y relámpagos que han hecho retorcernos en los asientos de la jaima. Pero Juan Ramón no habla de una tormenta tal cuál la hemos vivido estos días. Para el maestro, la tormenta representa la tragedia, la muerte, la desgracia que pasa por la puerta de cada uno dejándonos inmóviles y atrapados.

Es el miedo que se apodera del todo.

Nosotros, después de treinta días de lucha y teniendo en cuenta que somos gente vulgar, pedimos nuestro derecho a la vida. Esperamos que pase la tormenta, que lleguen vientos nuevos y que D. Juan Ramón no tenga que preguntarse:

¿Que será de Platero, tan solo en la indefensa cuadra del corral?

Hasta mañana.

martes, 23 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul 19 y 20 de Febrero de 2010

De nuevo fueron las mujeres las que pernoctaron en la jaima, acompañadas por las estrellas, volvieron a demostrar su valentía y solidaridad. Aunque en esta ocasión, sí que pasaron la noche alguna de las afectadas. Los compañeros estuvieron con ellas hasta altas horas por seguridad.

Como habrás podido comprobar, querido lector, seguimos aquí. Eso quiere decir que las cosas siguen sin arreglarse. Nos hubiese gustado que toda esta historia llegase a su final, pero al parecer esto se va a convertir en una película donde la felicidad no está en el guión.

Sigo con la lectura de “Platero y yo”, me enternece el relato de “La Perra Parida”, es una demostración de preocupación de una perra al ver como la separan de sus cachorros. Ella como posesa, olisquea, ladra, se asoma a los vallados, el nerviosismo que la inunda es enorme, y no cesa en su empeño de volver a tenerlos junto a ella, hasta que durante la noche y sin que nadie pueda sospechar nada, sale en busca de sus perritos y los devuelve a su regazo uno por uno.

Este relato nos da que pensar al grupo, porque ese entusiasmo, ese nerviosismo no lo estamos viendo en nuestra historia. Seguimos aquí, un fin de semana más, sin importarle a nadie nuestro estado. Y no es por estar aquí…porque el grupo cada vez es más fuerte, sino porque queremos simplemente volver a tener lo que teníamos. Normalidad y rutina diaria. Aquella que no sabes valorar hasta que no la pierdes. Como los grandes amores.

Quiero volver a despertar a las 7 de la mañana, arreglarme e ir a mi puesto de trabajo, desayunar, hacer mi jornada junto a mis compañeros, volver a casa y poder disfrutar de los míos. Acompañarme en la tarde de paseos eternos, un sorbo de café en buena compañía y jugar con mi hijo, después, mirar a los ojos de mi mujer y perderme en sus labios.

Si la rutina es motivo de agobio para las personas, dame tu rutina, pues con ella mi felicidad está asegurada.

La ilusión se nos viene y se nos va, las fuerzas las tenemos intactas, el buen ambiente impera en el grupo, pero…mi rutina, ¿quién nos la está robando?

A ti, ladrón de rutinas, tú que tienes la tuya y estás invadiendo la mía. A ti que eres el director de esta película dramática. Dale un final feliz y no hagas de nosotros los pasajeros de un barco sin rumbo que se hunda en alta mar, no hagas con nosotros “caldito de perro” para un niño enfermo. Es de vergüenza señor Volante que usted pueda tomar una Shandy (que por cierto, bebe usted lo mismo que yo) en compañía de su esposa el sábado a mediodía en la Plaza del Cabildo y que yo sólo pueda ver a mi esposa diez minutos antes de volver a la jaima.

Tal vez ellos pensaran: - ¿Quiénes serán esos hombres que conviven dentro de una jaima azul?

¡Quienes habíamos de ser! Nosotros…. ¿verdad Platero?

Hasta Mañana

Diario de una jaima azul 17 y 18 de Febrero de 2010

Quisiera dejar de escribir…

Este es el artículo número trece, y dejando supersticiones aparte, no me importaría acabar aquí. Hubo gente que cuando comenzó toda esta aventura, llegaron a pensar que un simple trabajador no sería capaz de transmitir el día de nuestro colectivo y tocar, a la misma vez, el corazoncito de las personas. Pensaban que probablemente sólo me atrevería a escribir un solo articulo y abandonaría, pensaban que incluir la lectura de la obra de Juan Ramón era algo arriesgado, un reto demasiado difícil. Hoy por hoy, todo son enhorabuenas y felicitaciones. Y además….

- Hemos llegado a todos los rincones de la provincia de Huelva, gracias a aquellos que pusieron interés en que nuestra voz fuese escuchada, y sobre todo, leída por millares de onubenses.

- Todos los moguereños nos han dado una fuerza inconmensurable, un cariño de padres y una comprensión, que sólo un pueblo como este, es capaz de dar.

- Todos mis compañeros y compañeras se han visto reflejados en mis letras, y tenacidad aparte….hemos demostrado que un grupo de personas pueden ser tan fuertes como las rocas de un acantilado. Hemos aguantado grandes tormentas, fríos polares y vientos casi huracanados, pero si ello nos lleva a la solución…son simples aguaceros, un poquitín de aire fresco y oxígeno para la jaima.

- Tenemos un blog en Internet, donde “El diario de una jaima azul” llega a todos los rincones del mundo y es visitado por infinidad de personas. La magia del futuro.

Pero sobre todo me quedo con ese abrazo sincero que recibo día a día por parte de mis compañeros, me quedo con la expectación que muestra mi hijo cuando busca un nuevo artículo en el periódico, me quedo con el orgullo que siente mi mujer, Cristina, cuando me mira y ve en mí un hombre más justo, me quedo con el apodo de “Juan Ramón” que cariñosamente me dicen al verme las personas que me conocen (para nada le hago ni un poco de sombra al gran maestro, D. Juan Ramón Jiménez Mantecón).

Ayer tuvimos un curioso suceso, un joven nos trajo dos bandejas de dulces caseros (pestiños, roscos y empanadillas de sidra), nos dijo: “Gentileza de la asociación Abriendo Puertas”.

Hoy tuve la oportunidad de leer todas las grandes cosas que realiza esa asociación, y pensé, quizás estos dulces son un buen augurio y nos abran las puertas de la Casa Consistorial. Mi presentimiento se ha hecho realidad.

Espero por tanto, que Platero venga con las alforjas repletas de alegría y sea cierto que esta vez, es la definitiva. Esperamos que los acuerdos lleguen por fin y todas las partes implicadas salgan satisfechas, pero sobre todo el colectivo más desfavorecido, los trabajadores.

Espero ávido lector, que mañana ó el lunes, busques este artículo y no lo encuentres en ninguna página del periódico, que busques mi nombre y fotografía…y yo, haya desaparecido. Si me vuelves a ver, piensa, las cosas siguen mal. Si no me vuelves a ver…“encantado de haberte conocido”.

Quisiera dejar de escribir….y por hoy, aquí termino.

¿Hasta Mañana?

viernes, 19 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul 15 y 16 de Febrero de 2010

Hoy el cielo está cubierto de gaviotas. El mar se funde con el río Tinto y el agua es una mezcla de sal y sangre que baña toda la orilla. Las gaviotas tienen un vuelo desigual, disparatado y sin rumbo, intentando desafiar la fuerza del viento.

Hace poco ha parado la lluvia y todos los compañeros salimos de la jaima en busca de un esperanzador rayo de sol, pronto, los cuatro puntos cardinales lo desbaratarán.

Sigo leyendo “Platero y yo” y me topo con el capítulo “Los gallos”. En él, Juan Ramón relata su disconformidad con algunos acontecimientos de su época, todos ellos simbolizados en una pelea de gallos, donde los animales reflejan el odio de los hombres.

Y le llamaban “El loco”….pero con su actitud sólo mostraba que a veces es mejor ser el peor amigo de un burro, que el mejor amigo de un hombre. Con el cristal amarillo.

Lo de hoy ha sido vergonzoso por parte del señor Volante. A la salida de este de la casa Consistorial, nuestro compañero Leo se ha dirigido a él, diciéndole:

“Señor Volante, por favor, respete nuestros puestos de trabajo. Tengo hijos y una hipoteca que pagar, no nos deje usted en el paro. Si usted tiene hijos, piense que nosotros también los tenemos” (A todo esto, las fuerzas de seguridad se acercaban a nuestro compañero).

El señor alcalde se montó en su Wolfswagen Passat, bajó la ventanilla y se marchó con la eterna sonrisa en los labios con la que ya nos tiene acostumbrados. A los pocos minutos los agentes de la autoridad visitaron la jaima azul preguntando por nuestro compañero para tomarle todos sus datos personales (por orden del señor alcalde) cumpliendo con su trabajo (porque nosotros no olvidamos que ellos también son trabajadores).

¿En qué siglo estamos?

No sólo nos acosa con la autoridad, nos niega nuestra libertad de expresión, si no que además, no puedes decir que tus hijos van a quedarse sin comer.

Señor Volante, las gaviotas le están nublando las ideas, pero lo que más nos preocupa es que también están nublando su humanidad y su humildad. Ya no es ese político que a una parte de su municipio pudiera caer bien cuando lo eligieron. Estamos descubriendo su verdadera cara, su cara más amarga, esa que lo aleja realmente del pueblo que un día confió en usted.

Está convirtiendo su municipio en una diminuta plaza de reñidero, donde dos gallos de pelea, dos monstruosas y agrias flores carmines, de despedazan, cogiéndose los ojos, clavándose los espolones y todo ello, sin hacer ruido alguno.

¿Sabe qué es lo peor de todo?

Que Juan Ramón le está viendo y por mucho que él lo desee, no puede irse.

Hasta Mañana.

jueves, 18 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul 14 de Febrero (no publicada en prensa)

Hoy es el día del amor. Yo, por el contrario, estoy apartado de la persona que más amo, mi mujer, Cristina. Ella, como todas las demás esposas y maridos de los que estamos aquí, sufren en silencio la injusticia de un edil, dictador de su única razón: la inhumanidad.

“Hoy aprovecho la noche para asomarme a tu balcón, te veo ahí, hermoso, simpático y agradable. Pasar un minuto contigo se me hace una eternidad, te miro y no escapa a mi imaginación, que podría tocar el cielo con las puntas de mis dedos, sólo junto a ti.

Tu sonrisa es la luz que ilumina el horizonte, a tu lado me siento seguro, miro hacia el futuro y sé que las gotas de lluvia se vuelven doradas si las observo tras tu luz.

Tu elegancia y seguridad me sonrojan, quiero llegar hasta ti, pero la empresa se me antoja inalcanzable. Tu carisma me eclipsa y no sé si merezco tu atención. El vuelo del colibrí es imperceptible a mis ojos, el perfume de la orquídea toma un suave color azul en tus manos. Para mí, lo eres todo.

Analizo nuestra relación y parece estar rota, te estás interesando por otra persona mucho más rica que yo, te agasaja con regalos y promesas, ¡pero no te fíes de ella!, sé de qué familia procede y te puedo decir que su único interés es el dinero. Intentará convencerte con suaves caricias y cuando caigas en su red…serás la reina de su olvido. Todo cambiará, su atención se evaporará y sólo entonces, te darás cuenta de tu error. Ya será tarde para recuperar nuestro tiempo perdido.

Yo te he sido fiel. Quizás nuestra monotonía haya hecho de nuestra relación algo tópico, pero no tienes motivos para separarte de mí. Todo esto es tu capricho, la cabezonería de un niño pequeño.

Hoy es el día del amor y ya no hay tiempo para deshojar margaritas, no hay tiempo para tirar monedas a la fuente, no hay tiempo para pedir deseos a los santos. No hay tiempo.

Sólo queda tiempo para dar una respuesta a una sencilla pregunta: Volante, ¿me quieres o no me quieres?

Hoy 14 de Febrero, son 24 días los que llevo esperando tu respuesta y bien sabes que del amor al odio sólo hay un paso. No quisiera andar sin dirección, pues como mujer despechada, me reconozco fría y calculadora.

P.D.: Aún te sigo amando……”

Cristina, mi amor, aunque hoy estemos separados, tú en casa y yo en la jaima azul, quiero que sepas que sólo un instante bastó para comprender que ni el dinero, ni el interés, ni las caricias de aquello que no conozco….podrán cambiar la candidez de tu amor.

¡Feliz día de los enamorados!

Hasta Mañana.

Diario de una jaima azul 12 y 13 de Febrero de 2010

Un manto de nubes grises cubre de nuevo el cielo azul. Llueve, y algunos de nuestros compañeros han tenido que quedarse en casa, los catarros nos debilitan en número, aunque no en ánimo.

Sigo leyendo a Juan Ramón. Me estremezco, cuando por medio de la prensa, me informo que lo van a quemar este año en las Fallas junto a su fiel amigo Platero. ¿Cómo pueden ser tan insensatos?

De repente viene a mi memoria el relato de Platero y yo, “Asnografía”. Uno de los mejores del libro, aunque en realidad, ninguno tiene desperdicio. En él, me siento como Platero, injustamente juzgado por aquellos que tienen la capacidad de la definición.

Este fin de semana los protagonistas son el amor y las máscaras. Todo el mundo sale a hacer sus compras, harán sus cenas de amor, se disfrazarán y lo pasarán bien.

Hoy sábado, el alcalde pasa delante de nosotros, llega con su flamante todoterreno junto a su familia, pasea por la plaza, nos mira, y actúa como el que mira al horizonte, hace caso omiso a que estamos ahí, justo delante de sus narices. Su hijo juega en la plaza ajeno a todo lo que ocurre a su alrededor y en mi pensamiento pasan esas imágenes del pleno donde golpeándose el pecho decía que nosotros habíamos insultado en los primeros días de concentración a él y a su familia. Sólo le dijimos que cada vez que mirara a la cara a su hijo, viera la cara de cada uno de nuestros hijos. (Si eso usted lo toma como un insulto, nos demuestra cuál es su capacidad de amar a las personas).

Horas antes, tengo que decir, que también el teniente alcalde Álvaro Burgos pasó junto a la jaima azul con una actitud similar a la del alcalde. A nosotros nos halagan sus visitas (quizás sean para ver que tal andamos de salud), pero llevamos 23 días esperando la visita final, aquella que dé paso a los acuerdos.

Nosotros seguimos curtiéndonos con las historias de Juan, con las reflexiones de “Pepe de la Vaca”, con los trucos de “El Mago Antonio” y con todo aquel que hace que esta jaima cada día sea más grande.

Asnografía: s. JRJ. (Según Juan Ramón Jiménez) se debe decir, con ironía, ¡claro está!, por descripción del hombre imbécil que escribe diccionarios.

Sr. Volante, ¿ha venido usted hoy a ver como andamos de salud, a darnos su amor ó a quitarse la máscara?

Yo, sólo seré dueño del viento, de la lluvia y del silencio.

Así que deje ya de ignorarnos, de humillarnos como personas y quítese la máscara de una vez con todos nosotros, actúe en el gran escenario y cántenos una bonita letra de comparsa. Demuestre de una vez por todas que nos quiere, porque nosotros no podemos estar jugando a deshojar la margarita del amor. Y déjese de chirigotas políticas. Cuando el hombre pierde la humanidad sólo le queda la ruindad y la mezquindad, y esto…búsquelo en el diccionario.

Hasta Mañana.

martes, 16 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul 11 de Febrero de 2010

Caracol, caracol…..

El viento se ha llevado las nubes blancas dispuestas en ordenadas hileras, como el pastor guía su rebaño de ovejas.

Tres semanas de espera y las soluciones no llegan. Veo incluso a Juan Ramón descruzar sus piernas, incorporarse en su sillón y echar a andar hacia la casa consistorial para pedir explicaciones al alcalde.

Esperamos y esperamos, y la paciencia se agota.

Nos reunimos en el interior de la jaima y las historias nos llenan de riqueza. Hoy la inspiración corre de la mano del compañero Juan. Nos cuenta la historia de una vez que estuvo trabajando en Sudáfrica, y allí, en plena época del Aparheid, donde la segregación racial, económica y social fue todo un acontecimiento, le enseñó que la libertad corre sólo a cargo de aquellos que son sobornados.

Según él, fue a trabajar a una refinería de carbón, en la localidad de Durban. (La tercera ciudad más importante de aquel país). Pues por lo que contaba, existen privilegios bien diferenciados para blancos, negros y mestizos. El blanco goza de los mayores privilegios, el mestizo tiene menos que el blanco y más que el negro, el negro casi no tiene nada. Pues las mujeres de raza negra (odio hablar de razas, puesto que para mí son todas iguales) iban buscando hombres blancos para poder procrear niños mestizos que les dieran mayor nivel económico, pero como podéis imaginar, como la ley la hace el blanco para joder siempre al negro, pues aquello lo tenían prohibido. Había tres compañeros de Juan que cuando salían por la noche a las salas de fiesta de los hoteles, la relación con mujeres blancas ni las olían, de esta forma sólo les quedaban buscar a las de color, así que tenían que burlar las leyes y a base de sobornar a los porteros de los hoteles conseguían el poder tomar contactos íntimos con ellas. Pues un día fueron pillados por la autoridad en plena acción (chivatazo y redada), pero como a ellos no podían hacerle daño ya que eran trabajadores emigrantes, (a ellas las pegaron hasta la saciedad) los desnudaron, les dejaron sin dinero, los tiñeron de negro y los mandaron al campamento donde residían, sin nada. Pero a los ojos de aquellos tres trabajadores jamás se les borraron la imagen de aquellas tres chicas sangrando por el simple hecho de buscar un futuro más esperanzador dentro de lo que ya para ellas suponía el tener que regalar sus cuerpos. “La tinta china te deja desnudo sólo ante el ridículo, la sangre te marca los límites hasta donde puede llegar la barbarie del hombre”.

Como podéis imaginar, a los que somos jóvenes y no estamos acostumbrados a este tipo de experiencias tan singulares, pues nos quedamos petrificados oyendo a Juan. Aunque de la lucha, se aprende.

Si cuento esto es porque en “Platero y yo” he parado en el relato “La Coz” donde Juan Ramón prohíbe al tierno burrillo ciertos lugares, que como si de un niño se tratara, no puede visitar en compañía de los hombres. Yo quiero prohibirte a ti, Juan Ramón, que te levantes de tu sillón y te mezcles con los hombres, he de evitar que a ti también te quieran cocear. Vuelve a tu sitio, pues yo sólo vi tu movimiento. El secreto será mío.

A usted señor alcalde los movimientos se les ven todos. No haga de este municipio un país de blancos, negros y mestizos, porque el color (hasta de los partidos políticos) ha de ser siempre lo que menos importe.

Hasta mañana.

domingo, 14 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul 10 de Febrero de 2010

Allá en un rincón de nuestro despertar, el canto de un gallo lejano nos da los buenos días. Algunos legañosos desconocemos la ubicación de su corral, pero es la brisa del mar la que nos hace llegar, claras, las notas de su cantar. Hoy son ya 20 los días que llevamos concentrados frente al Ayuntamiento de Moguer, y hemos inventado un lema: 20 años, 20 días.

Desde muy temprano ha comenzado a llover, y es de nuevo el agua, la que hace el trabajo de otros. Juan Ramón, ya te veo hoy algo más limpio que ayer, aunque no como yo quisiera.

Nos llegan noticias de nuestros compañeros de Lepe a través de los medios de comunicación escritos, y es cuando reconocemos el gallo que cantaba al amanecer. El gallo resulta ser un Pollo Peleón, pero lo que ignora, es que el corral tiene dueño y si el gallo canta a deshoras…al día siguiente, sangre encebollá y arroz con menudillo.

Hoy al ser un día peculiar y señalado, quiero describir, para todos aquellos que no habéis pasado por aquí y no conocéis como es la jaima azul, este tan maravilloso lugar. (Dí una ligera descripción en el primer relato, pero igual que el viento, la jaima cambia de un día para otro y merece la pena describirla con todo lujo de detalles).

Se compone básicamente de una sombrilla tipo terraza de verano rodeada de unos finos toldos azules tanto en su contorno como en su techumbre, todos ellos atados con alambre de precintar contadores a varias válvulas de corte dispuestas estratégicamente a su alrededor, (esto es lo que se vería desde el exterior). Ya en su interior, tenemos dos mesas -una para colocar la comida y otra que hace las funciones de mesa camilla- varias sillas aprovechando el perímetro de la jaima para dar cabida al mayor número de compañeros y una estufa catalítica que además de darnos su abrigo por las noches, también mantiene los termos de café más calentitos; Tenemos una cuerda que rodea la parte superior de la sombrilla y en ella hay amarradas todo tipo de bolsas con cucharas, tenedores, vasos de plásticos, azúcar, dulces y todo aquello que no pese mucho. Hay también varias cajas plásticas donde se guardan zumos, batidos y refrescos ordenadas en el suelo. Y cuando llueve, como hoy, se nos hacen dos grandes charcos de agua en el centro, porque entre otras cosas, la tarima que tenemos no es flotante.

Pero lo más valioso que posee la jaima azul, señores gallos de corral, para todos los que tenéis más pico y espolones que ojos, para aquellos que no sabéis o no podéis ver a través del color azul…azul como el cielo, azul como el mar, azul como la libertad, azul como la humildad y la humanidad.

Lo más valioso……son las personas que se encuentran en su interior y que día a día esperan el canto del gallo para ir a hacer, lo que otros quieren sacrificar. Su trabajo.

Hoy me hubiese gustado haber citado otro relato de D. Juan Ramón, pero como veréis, tengo un humor de gallo.

Hasta mañana.

viernes, 12 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul 9 de Febrero de 2010

Hoy nos ha visitado el dios Eolo, la jaima se inflaba y se desinflaba como un calamar gigante. Eso sí, azul como el cielo.
El ir y venir de las nubes, con sus caprichosas formas hacen resurgir mi nostalgia interior. Al abrigo de ellas he podido avanzar en la lectura de “Platero y Yo” y quedo maravillado con el mundo intimista repleto de sentimientos que guardaba Juan Ramón. Leer su obra, está impregnando con un suave bálsamo el interior de mi corazón. Sentado en la Plaza del Cabildo lo observo desde la distancia, me hallo en un banco con el sol a mis espaldas e intento buscar en su silueta, ese algo, que me ayude a sentirlo aún más cercano. Su bronce desgastado, lo convierte en un hombre sobrio, visto desde su perfil izquierdo, al observarlo de frente, me regala una sonrisa y en su perfil derecho descubro como el abandono se apodera de su figura. ¡Oh Juan Ramón, hijo que fuiste eterno de este tu municipio, pasas a ser solo el recuerdo de una fecha señalada! Por favor, limpien la estatua de Juan Ramón. Las malvas inundan su jardín, las colillas flotan como barcos mercantes en el agua que lo rodea, excrementos de aves cubren su cabeza, y mejor paro aquí. Hagan legibles aquellas palabras que tanto cuesta leer y que dieron grandeza a todos los que explotaron la imagen del escritor, “Amor” y “Poesía”.
Hoy, más que ningún día quiero pararme en uno de los relatos de Juan Ramón, son ya más de cien páginas las que he podido hilvanar en mi memoria, me detengo y degusto cada palabra del autor, pero al escudriñar en sus textos, me deslumbra “El niño y el agua”.
“En la sequedad estéril y abrasada de sol del gran corralón polvoriento…Echado en el suelo, tiene la mano bajo el chorro vivo, y el agua le pone en la palma un tembloroso palacio de frescura y de gracia que sus ojos negros contemplan arrobados…..El palacio, igual siempre y renovado a cada instante, vacila a veces. Y el niño se recoge entonces, se aprieta, se sume en sí, para que ni ese latido de la sangre que cambia, con un cristal movido sólo, la imagen tan sensible de un calidoscopio, le robe al agua la sorprendida forma primera.
- Platero, no sé si entenderás o no lo que te digo: pero ese niño tiene en su mano mi alma”.

Quizás hasta ahora, no haya escrito en este diario unas palabras tan sinceras, quizás algunos creíais que en este libro no habría respuestas, pues quien lo desee, que analice este capítulo. A mí personalmente lo que Juan Ramón me transmite es que aunque la necesidad pueda obligar, hay que mantener la esencia de lo original, porque en esa originalidad se encuentra lo especial. (La frescura y la gracia)
Lo original para los trabajadores de Giahsa, no es más que el poder prestar el servicio con la mayor calidad como lleva haciéndose desde hace 20 años. Quizás señor alcalde usted lo está mirando con un “cristal movido”, que sólo le ofrece la imagen de un palacio donde sólo puede haber un rey.
El servicio de aguas es una fuente donde acuden a beber todos los vecinos del pueblo y el alma de Juan Ramón es nuestra vida.

Hasta mañana.

jueves, 11 de febrero de 2010

Diario de una jaima azul VII (8 de Febrero de 2010)


Que si tú, que si yo, que si este, que si aquel. Así nos hemos levantado esta mañana en la jaima azul. Y es que, no sé que tendrá esta calcomanía de aposento arábigo que a todos cautiva. Todos quieren estar aquí mostrando su apoyo a los compañeros, pernoctar y sentir el frescor del alba con la mirada de Juan Ramón. Y sobre todo, compartir, porque esta experiencia se está convirtiendo en nuestro “Gran Hermano” particular. Aunque eso sí, sin el delfín de Arturo. Al final, la solución...Organización.
La compenetración se hace latente entre todos los compañeros, y los problemas de uno los estamos empezando a hacer de todos. Nos preocupamos por aquellos que han enfermado y se encuentran ausentes, algunos por pocos días, otros, por circunstancias más serias no podrán ni estar aquí, pero todos son recordados y los echamos de menos.
Hoy por fin tostaron el pan que nos regaló el trabajador de la limpieza el viernes por la mañana (gracias a la gente que nuevamente nos hizo el día a día más fácil, ellos saben quiénes son). Y es que no hay mejor pan para una tostada, que aquel que tiene unos días de asiento. Bastó dividirlo a cuadros, como un tablero de ajedrez, darle un tono dorado virginal, untarle un poco de ajo, tomate y aceite…
“Siempre quiso el pobre los manjares del rico, pero nunca supo el rico disfrutar los momentos del pobre”.
Pasada la sobremesa nos contamos algunos chistes y el nivel fue bastante bueno, tanto que el Sr. Álvaro Burgos pasó junto a la jaima azul y venía sonriendo, no sé si sería porque oiría el del mudo que fue a sacarse la muela, pero ese para entenderlo tenía que haberlo visto porque era escenificado, o sea, que vendría riéndose de sus cosas privadas…
Pero la tarde no podía terminar con tanta felicidad. Me acerqué a mi coche para ir a casa y me topé con los nuevos operarios de Aqualia que se encontraban a la entrada de la Avda. Andalucía junto al “Bar Los Leones” arreglando una avería. Tenían una llave de registro abierta y la calle lloraba a borbotones, ni siquiera los husillos distribuidos por toda la calle eran capaces de aplacar aquel llanto, el agua llegaba muy por debajo del Teatro. Y el jefe del servicio decía al operario que fuese girando la válvula y probando a la misma vez si aquello cesaba, pero mostraba tantas dudas en sus palabras, que a mí sin ni siquiera saber del tema, me preocuparon. ¿En qué manos va a caer este pueblo? –pensé-. Al llegar a mi coche tenía el coche de Aqualia aparcado justo detrás del mío (que para que veáis que es cierto lo que digo, tiene el nombre puesto en el lateral de la furgoneta y está como si se lo hubiesen despegado). Estaba tan pegado que tuve que realizar siete maniobras para poder salir de mi aparcamiento.
Luego seremos nosotros los que saldremos culpados en la prensa siendo los responsables de toda esa agua que ayer se perdió en el municipio. Pues mientras yo tuve que hacer siete maniobras para poder encontrar una salida, hay personas que con sólo una le proporcionan la salida perfecta.
Y recuerde Sr. Burgos para deleite de sus sonrisas, que el pan de asiento se endurece y el pan blando, con tanta agua, termina desmoronándose.
Hasta Mañana.

Diario de una jaima azul VI (6 y 7 de Febrero de 2010)


Como un remanso de paz nos ha llegado el fin de semana. Las aguas se han calmado en todos los sentidos, hemos podido tocar las manos del sol, y la hermandad, ha llegado a la jaima azul.
Infinidad de personas han pasado a visitarnos estos dos días. Compañeros, amigos y alguna que otra familia al completo. Hemos hecho comunidad y ocurre que cuando se juntan varios a la conversación…comienzan a salir las “batallitas” de cada uno.
Algunos recordaban al abrigo de un café como eran las bicicletas de antaño, unos las conocieron con una rueda mayor que otra, otros citaban las “BH” plegables y con el cesto multiusos asido al manillar, otros recordaban las “Torrots” con la palanca de marchas en la barra central del cuadro y otros rememoraban su regreso a casa con los bajos de los pantalones todos pringados de grasa por habérseles quitado la cadena la bicicleta.
Se hablaron de los billetes de las pesetas y de quien eran los personajes que aparecían en cada billete. Manuel de Falla en los de cien pesetas, Rosalía de Castro en los de quinientas, Benito Pérez Galdós en los de mil pelas y como no, Juan Ramón Jiménez en los de dos mil con el Ayuntamiento de Moguer en su reverso. ¡Con la de veces que he tenido yo un billete de dos mil en las manos, y apenas le había prestado atención a tan singular edificio!. Reparo en su estructura, observo el billete y compruebo que hubo un día que marcó las cinco menos veinte, y no las perpetuas once en punto a las que está abocado actualmente. ¡Oh, insensato reloj que un día dejaste de marcar las horas. El progreso acabó con el afán del relojero!.
Todo han sido recuerdos este fin de semana. Manuel nos enseñaba un documento donde se podía leer cuando Giahsa lo subrogó de la Mancomunidad, y respetó todos sus derechos. Eso es lo que le pedimos, Sr. Volante. Haga usted memoria y recuerde que durante 20 años, mientras usted dormía, los compañeros de R.S.U recogían la basura por las noches, y antes que usted fuera alcalde de este municipio, muchos otros compañeros atendían a todos los ciudadanos de Moguer, incluido usted. Hacer memoria es la más sana de las intenciones.
No se convierta en el guarda que dispara indiscriminadamente y sin corazón al perro sarnoso (Relato “El perro sarnoso”) y reconozca que nosotros somos como el canario que un día se escapó de su jaula pero que irremediablemente ha vuelto. ( Relato “El canario vuela”). Todo ello por supuesto lo podrá encontrar en ese libro que está entre todos nosotros. “Platero y Yo”.
Y parecía que era imposible que un libro escrito allá por aquellos años….diera tanta razón hoy día, a aquel que se detiene un instante al remanso de la lectura.
Hasta mañana.

Diario de una jaima azul V (5 de Febrero de 2010)


La noche nos ha dejado algún que otro chubasco, pero el día comienza radiante hasta morir como uno de los más primaverales que hemos tenido hasta ahora. Ya llevamos 15 días de concentración y no tenemos que esperar mucho para recibir la primera muestra de cariño. Un empleado de la limpieza nos acerca un pan redondo recién horneado.
Por el lugar donde me encuentro (Plaza del Cabildo), el detalle no se me puede escapar, porque son tantas las veces que he leído ese texto grabado…”Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro, como el migajón y dorado en torno – ¡oh sol moreno!- como la blanda corteza”. (“El Pan” capítulo XXXVIII de “Platero y yo”).
Le ofrecimos café a este amable moguereño el cuál declinó la invitación por los quehaceres de su labor. Gracias de nuevo.
La mañana se perpetua clara, brillante y esperanzadora. Como Juan Ramón resalta en su relato “La Primavera”, los cantos de los pájaros nos arrullan por todas partes, los gorriones, los aventajados vencejos, el clavetear de la cigüeña en la torre de la iglesia. Todo explota en una escueta primavera.
Niños con disfraces de carnaval toman el poder de las calles, unos van de leones y otros de indios, todos se dirigen hacia la jaima azul, tocan silbatos de guerra y una charanga ameniza el baile. Todo ello es una clara manifestación de la inocencia. Al pasar por nuestro lado algunos miran fijamente la jaima, como si de su cabaña india se tratara. Pasan con alboroto, y al poco tiempo, la algarabía se pierde entre las calles.
A media mañana, nos llevamos una grata sorpresa….¡Hoy tenemos una boda!
El novio, siguiendo el protocolo de la ceremonia, llegó el primero. La novia no se hizo esperar, pasados unos minutos de la llegada del novio y con la belleza extraordinaria que toda novia hace gala ese día tan señalado, posó para retratarse en el recuerdo. Se produjo el enlace en el interior del consistorio (no todo son plenos infames, también ocurren cosas bonitas en un Ayuntamiento). Y al salir, la hermana de la novia nos propuso que vitoreáramos a los novios, ya que los invitados no superaban en número ni al Club Deportivo Mazagón, (este es el inconveniente de las bodas tan familiares). Por supuesto que a nosotros para nada nos importó hacer ese pequeño favor, todo lo contrario, llegó incluso a emocionarnos. Salieron los novios a la puerta, el arroz voló en todas direcciones y desde un megáfono cubierto de pegatinas sindicales, se oyó un sonoro…¡Vivan los novios!, a lo que toda la plaza contestó: ¡Vivaaaa!. Los vítores se repitieron en tres ocasiones y por un momento aquel enlace pasó de ser privado, al más público de los amores declarados en este municipio. Salvador y Esther, que seáis muy felices.
La hermana de Esther, nos lo agradeció con un sincero deseo: “Ojala consigáis todo aquello por lo que estáis luchando”.
La primavera vive del capricho del amor y la alegría, y aunque aún no haya llegado, ayer nos hizo una breve visita.
Hasta mañana.

Diario de una jaima azul IV (4 de Febrero de 2010)


Tediosa lluvia la de anoche. Nuestras compañeras resistieron a una de las peores noches desde que permanecemos concentrados frente al Ayuntamiento. Pero demostraron a todos de que material está hecha una trabajadora de Giahsa. Chapó por las dos.
Nuevamente un vecino de Moguer volvió a mostrarnos su cariño aprovisionándonos de bocadillos, batidos y alguna que otra chuchería. No nos cansaremos de decir…GRACIAS.
Gracias también a la hospitalidad de los dueños del Almoraduj, desde donde hoy compongo estas letrillas.
“Veníamos los dos, cargados, de los montes: Platero, de almoraduj; yo de lirios amarillos…..” (Este fragmento se lo dedicamos a ellos, por “güenas gentes”).
En un día donde nos ha llovido tanta agua, el relato de “Platero y yo” donde había de pararme hoy, no podía ser otro que “El aljibe”. Elemento identificativo de ahorro del tan preciado bien en los hogares moguereños, representa para todos nosotros ese elemento que garantiza la continuidad del consumo. Nosotros, somos ese aljibe. Aljibe que purifica el agua, aljibe que llega por las galerías a todos los hogares del municipio, aljibe que se llena hasta el brocal hecho de una sola pieza de mármol, única e indivisible.
Somos ese aljibe que provoca admiración, que proporciona agua cristalina y fresquita, y que todo el municipio sabe que aún sigue ahí.
La luz nos llegará en los próximos días, la tormenta da paso a la calma y nuestros corazones se abren ansiosos a ella. Hoy, llamo a la puerta de la mujer….por valiente, por luchadora, por sincera, por representar ese toque sutil en la fragancia de la rosa. Cautivadora y exultante. A ti…mujer moguereña, solidaria y sensible, mira al corazón de la jaima azul, allí en su interior, una semejante lucha por ser reconocida, por formar parte de ese aljibe que llega a todos los rincones de Moguer.
Coacción, persecución, mentiras, insultos, desplantes, denuncias, amenazas….no echemos tierra al aljibe. Tú (Sr. Volante), que posees la cuerda del pozo, cautiva del cubo que ansías llevar a tus labios, bebe del agua de ayer, que aún sigue fresca en la memoria.
Los andamios por fin desaparecieron, no fue por un truco mágico. Fue la coherencia la que los desvaneció….
Hasta mañana.

Diario de una jaima azul III (3 de Febrero de 2010)


Amanece un día más en la jaima azul. El cielo está hoy cubierto de ceniza, el sol intenta abrirse camino arañando las nubes, nos llega un fuerte olor a marisma, a brea y al pescado de Huelva (como diría Juan Ramón). Como se preveía el agua había de llegar a lo largo del día y en la tarde hizo acto de presencia, pero hasta su llegada….
Ya son 14 días concentrados frente al Ayuntamiento de Moguer y hoy son las mujeres las que nos hacen el relevo. Son nuestras compañeras las que dan la cara. Lo habéis oido bien, porque aunque no lo creáis, aquí también están afectadas varias trabajadoras del municipio de Moguer. Pero no son las afectadas las que van a pernoctar en la jaima azul, son dos valientes compañeras en muestra de compresión y solidaridad.
Esta tarde ha venido a nosotros la magia de mano de nuestro compañero Antonio. ¡Dejad que los niños se acerquen a mí! -esa era su frase de reclamo para que los pequeños acudieran a presenciar su espectáculo-. Los niños por un momento abandonaron el estado de nerviosismo que vive en sus hogares en los últimos días y se dejaron llevar por lo maravilloso del momento.
“El mago Antonio” sacó su baraja de cartas, y con un nada por aquí y un nada por allá, dejó a todos embelesados. Niños ,y por supuesto, mayores con espíritu de niños, todos sentados alrededor de la jaima pudieron ser testigos de cómo la magia se hacía realidad antes sus ojos. Por un momento la ilusión, la magia, ¡lo fantástico!, dominó el corazón de todos.
Aunque “El mago Antonio” no es el único que puede hacer magia en este municipio. Tiene un duro competidor, el Sr. Volante es capaz de montar unos andamios para pintar la reja del Ayuntamiento, colocar unas vallas para pintar de amarillo varios bordillos y….¡Abracadabra!.... ¿Dónde están los pintores?....¡Han desaparecido!.
¡Gran truco de magia, Sr. Volante!.
En el relato de Platero donde me veo inmerso, no he tenido que avanzar mucho para sacar una nueva conclusión. Sólo leí un par de capítulos más y allí estaba…”La verja cerrada”.
“En la bodega del Diezmo a la vuelta de la pared de la calle San Antonio había una verja cerrada que daba al campo…”. Juan Ramón sin poder abrirla físicamente, pues no había llave alguna que se la conociera, con su imaginación, con su corazón, en sus sueños….era capaz de atravesarla, hallando tras ella la inmensidad de su fantasía.
Todo lo maravilloso está tras la verja, busque la llave y abra la puerta. No queremos ser meros espectadores, porque llevamos más de 7200 noches visitando la verja.
Sr. Volante le pedimos que haga un buen truco con los trabajadores y trabajadoras de Giahsa y pida a las nuevas empresas que acepten la subrogación, saque un precioso conejo blanco de su chistera, y por supuesto, acabe con todo este horrendo espectáculo.
Nosotros por el contrario pintaremos de negro “La verja cerrada”, y no será…por arte de magia.
Hasta Mañana.

Diario de una jaima azul II (2 de Febrero de 2010)


Hoy la noche nos ha dado un ligero respiro. De los 4 grados de ayer, hemos pasado a los 6 grados de esta madrugada, el cielo con su dorado azul (como diría Juan Ramón) amanece inmaculado como el mar, aunque en días próximos la lluvia volverá a traernos el elemento de la discordia, “agua”.
La noticia de hoy con la que se levantan los periódicos, donde se atisba un principio de acuerdo para los trabajadores de Astilleros, nos llena de ánimo. Esperamos que el raciocinio llegue a las puertas del Ayuntamiento de Moguer, y tomen ejemplo de todos aquellos que no son de este municipio y que no tienen puesta ninguna venda que no les dejé ver más allá de la obcecación.
Como promesa a todos los moguereños, (porque prometo a todos leer al completo la gran obra de Juan Ramón), y siguiendo los consejos de mi propio hijo, ayer día 1 de Febrero de 2010 pedí prestado en la biblioteca municipal “Juan Ramón y Zenobía”…el libro…”Platero y Yo”.
Lectura obligada para muchos escolares de hoy día, y que nunca tuve oportunidad de apreciar hasta este difícil momento. En “Platero y yo”, como dije en mi relato de ayer buscaría algunas respuestas, pues bien, 60 páginas leí en la tarde de ayer, y ya pude sacar algunas conclusiones. Todos nosotros nos sentimos Juanramonianos, y dicho así sonará raro, pero todos nosotros, como él, no formamos parte de ninguna chirigota política.
Las gentes del pueblo las sentimos más cercanas, durante la mañana son muchos los que se paran con nosotros a preguntar que tal estamos y como llevamos todo. Muchos de ellos cuando conversan con nosotros resaltan la frase: “En este pueblo hay mucho miedo”. No damos crédito a algunas declaraciones, pero si Juan Ramón buscaba la libertad en Estados Unidos…es porque aún queda mucho por luchar. Y eso es lo que desde la jaima azul queremos transmitir a todos los ciudadanos de Moguer: “El miedo sólo ha de ser una prolongación del silencio. La palabra y la libertad de expresión siempre serán su verdugo”.
De todo lo que pude leer ayer, dejando a un lado el célebre comienzo: “Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos….”, el relato de “El loco” llamó mi atención. Pude comprobar como por muchos moguereños, Juan Ramón era un poco incomprendido. Su aire bohemio, barba lampiña, negras vestiduras y espíritu soñador, hacía que muchos no lograran llegar al interior del poeta y escritor. Siempre identificado con su pueblo buscaba la libertad en otros lugares, (Madrid, Nueva York, Puerto Rico, y muchos más) y en todos ellos recibió el halago y el cariño de todos aquellos que lo rodeaban.
Pues como él, todos los que estamos frente al Ayuntamiento, y que por muchos podemos ser considerados como “locos”, pedimos que no nos olvidéis, que lleguéis a nuestro interior y comprobéis, que nacimos en Moguer, que vivimos en Moguer, que somos de Moguer y que seguiremos luchando para que un edil “verdugo de la libertad de expresión” reconozca que tenemos que seguir trabajando en Moguer.
Todos juntos haremos que esos gritos agudos, “Los locos, los locos”, terminen siendo un solo rumor que se oiga…allá, tan lejos de nuestros ojos.
Hasta mañana.

Diario de una jaima azul I (1 de Febrero de 2010)



Amanece con 4 grados de temperatura mínima, la noche ha pasado tranquila. Gracias a la catalítica que nos trajo nuestro amigo Luis, el frío no ha sido nuestro peor enemigo.
Juan Ramón sigue enclavado en la Plaza del Cabildo con la mirada impasible, aún sin entender, como nosotros, hasta donde puede llegar la incomprensión de un edil sin escrúpulos ni corazón.
Llevamos 11 días frente a las puertas del Ayuntamiento de Moguer esperando una respuesta, una solución, una nueva reunión (como estaba previsto que se celebrase el día 8 de Enero de 2010 tal y como nos prometió el Teniente Alcalde Álvaro Burgos, para cerrar los últimos flecos que quedaban pendiente con la empresa Giahsa y que los 31 trabajadores pudiésemos ser subrogados por las nuevas empresas FCC y Aqualia, y que nunca llegó a producirse hiriéndose de esta manera nuestro honor como personas).
¿Pero qué fue lo que hizo cambiar de opinión a este equipo de gobierno? ¿Qué o quién les presionó para cambiar de una manera tan radical?
En estos 11 días han sido muchas las ideas que inundan mi mente, muchos los desánimos creados por la incertidumbre, muchas las gotas de agua que nos ha llovido. Pero en estos momentos de adversidad te das cuenta de la madera que está hecho un pueblo y sus habitantes, pues las buenas gentes no dejan de darnos muestras de ánimo y cariño. Puedo recordar aquella señora de pelo castaño y alisado, que con una gran sonrisa y amabilidad nos trajo una caja de deliciosos dulces artesanos, o aquel señor que no dudó en acercarnos agua, zumos y 80 bocadillos el segundo día que llevábamos asentados en la plaza del Ayuntamiento. A todos ellos, y por supuesto, a todos aquellos que no apartan la vista hacia otro lado, a todos aquellos que tocan su claxon al pasar junto a nuestra jaima azul (sí, esa que está hecha con una sombrilla enorme de Cruzcampo y varios toldos azules cogidos a su alrededor), a todos aquellos que valoran tal como están hoy día los puestos de trabajo y se paran a hablar con nosotros, a todos aquellos que nos ofrecen su hogar para lo que necesitemos, a todos esos moguereños…. Gracias de corazón.
Ayer domingo mi hijo me preguntó: - ¿Papá te vas a quedar en el paro?.
- Quizás hijo mío, si Moguer no me quiere… -le respondí-.
- Pues nosotros en el colegio estamos leyendo “Platero y yo” quizás ahí encuentres algunas respuestas.
Aquellas palabras me dieron una gran idea. Hoy mismo voy a pedir prestado en la biblioteca ese libro y todos los días buscaré algo de sentido entre sus páginas. Algo ha de tener ese libro de mágico cuando todos conocen a un pequeño borriquito en el mundo entero –me dije-. Es más, nosotros en la manifestación que tuvimos el jueves día 28 de Enero portábamos una pancarta donde podía leerse una frase célebre de D. Juan Ramón Jiménez: “No dibujemos inútiles caprichos al margen de la realidad”.
Además, si tenemos que permanecer muchos días más concentrados que mejor lectura que el sello de identidad de los moguereños….
En estos 11 días quedan los engaños, las manifestaciones, el pleno infame. Pero nosotros nos quedamos con el cariño de este pueblo, cariño y ánimos recibidos que irán en aumento para seguir luchando por lo que llevamos 20 años luchando, un Moguer más limpio, un Moguer más innovador, un Moguer más justo.
Hasta mañana.

Diario de una jaima azul - (Introducción)

El fin de este blog no es otro que transmitir a todas la personas el sentir del día a día de un grupo de trabajadores que se han concentrado frente al Ayuntamiento de Moguer (Huelva), el motivo de la concentración es reclamar los puestos de trabajo que llevan desempeñando durante 20 años y que ahora, a raíz de la privatización del servicio de aguas y basura, quieren obviar.
Para hacerlo más personal y no aburrir al lector, uno de los compañeros ha comenzado a leer el libro de Juan Ramón Jiménez Mantecón, hijo predilecto del lugar y premio Nobel de literatura en 1956, "Platero y yo". En él, busca las respuestas al problema que están viviendo y en forma de diario libera todas sus sensaciones interiores. Sin consignas políticas y con el simple hecho de defender el pan de nuestros hogares se crea este blog.
"La jaima azul" (una simple sombrilla de terraza de verano rodeada por finos toldos azules) guarda todas las vivencias, desazones, opiniones, conclusiones e historias que a continuación se relatan.
Los trabajadores llevamos concentrados desde el día 22 de Enero de 2010, el diario se empieza a escribir el día 1 de Febrero de 2010.
Esperamos que no tengan que ser muchas las hojas que lo engrosen y que sirva de ayuda para todas aquellas personas que esten pasando por una situación similar a la nuestra.
Gracias.